La limpieza del parquet, una cuestión de delicadeza y esmero

El parquet es un revestimiento de suelo hecho con madera, por lo que cada pieza que compone el parquet es única. Sus tablas pueden ser de diferente formato, por eso la limpieza de parquet dependerá de las características y propiedades de la madera utilizada. 

Si bien un suelo de madera es más resistente y visualmente más bonito, necesitará una limpieza según el objetivo que queramos conseguir. Por norma general, solo necesitamos limpiarlo una vez por semana.

Hay que tener en cuenta que abusar del aseo puede ser contraproducente para la madera ya que se trata de un material vivo. Además, aunque se destina a usos no demasiado agresivos o sitios de poco tránsito, con el transcurso del tiempo tiende a perder su brillo y calidad. Por lo tanto, efectuar una limpieza de parquet a fondo y crear unos hábitos concretos será esencial para una correcta conservación. 

Cuidados del día a día

Como hemos dicho, la madera es una materia viva y por lo tanto posee la capacidad de absorber agua por lo que el parquet sufrirá dilataciones al estar expuesto a humedad o temperaturas altas. Sus propiedades, como la dureza, durabilidad o calidad estética dependerán fundamentalmente de la especie de madera adquirida. 

El uso residencial es el más habitual en parquets. Sin embargo, también lo podemos ver en oficinas, centros deportivos y locales comerciales en forma de tarima, parquet industrial o lamparquet de gran formato. Para cada caso tendremos que emplear unas rutinas de limpieza distintas y tener en cuenta diferentes aspectos. 

Para mantener el buen estado del suelo hay que retirar el polvo y la tierra una vez a la semana. La mejor manera de hacerlo es con una aspiradora, ya que así evitamos que las cerdas duras de la escoba produzcan arañazos. Para fregar el suelo, la mejor opción es una fregona bien escurrida y con un producto específico que no debilite la capa de barniz que protege el suelo. 

Aspectos a tener en cuenta

Existen una serie de aspectos a tener en cuenta cuando realizamos la limpieza del parquet:

• Humedades: para prevenir humedades u otras situaciones que puedan dañar gravemente el suelo, es importante realizar un secado rápido para un correcto flujo de aire. Para retirar el exceso de humedad, se puede utilizar un paño suave y seco para el secado. Con este, recubrimos la escoba o mopa y secamos toda la superficie. 
• Manchas: ante derrames de líquidos en el día a día, lo más importante es actuar inmediatamente para que la madera no absorba la sustancia y se acabe estropeando. Para retirar la mancha, podemos utilizar un paño semi-húmedo para evitar arañazos y promover la absorción. 
• Brillo: limpiar el parquet para que brille no es tarea fácil, por eso es recomendable utilizar productos especializados que no dañen el parquet ni degraden la madera. 

La madera, un material vivo

El suelo de madera es un material vivo y, aunque no necesita de un gran esfuerzo en cuanto a la limpieza, sí que se debe cuidar con esmero y dedicación. Este tipo de suelo se degrada con el tiempo de manera natural, por lo que cualquier tratamiento dará grandes resultados a corto y largo plazo. 

Como estamos hablando de un suelo natural, no artificial, necesitaremos productos especializados que no dañen la superficie del parquet. Por lo tanto, hay que evitar aquellos productos altos en amoniaco o limpiadores, como la lejía o el vinagre, que eliminan el barniz de este material y todo su brillo. 

Para limpiar el parquet paso a paso, lo primero que hay que hacer para evitar que la suciedad penetre en la madrea es realizar una limpieza general diaria con una aspiradora o una mopa suave. Como hemos dicho, si se utiliza una escoba tiene que ser de cerdas suaves y para el fregado hay que escurrir a consciencia antes de la limpieza para que la fregona esté humedecida pero no mojada del todo.

Conservación del parquet: alargar la vida del pavimento

Además de saber cómo limpiar el parquet, es necesario tener en cuenta que hay pequeños gestos que evitan que el suelo de madera se estropee prematuramente:

• Aplicar adhesivos en las patas de los muebles: cuando movemos el mobiliario del hogar podemos generar rayones y la madera puede verse muy afectada. En cambio, si forramos las patas de sillas, sillones y mesas, además de facilitar la movilidad, ya que se podrán deslizar mejor, también evitaremos daños en el parquet. 

• Poner esterillas, felpudos o alfombras: este punto tiene relación con las zonas de llegadas y las zonas de paso. Es decir, la entrada de un hogar es un espacio muy propenso a recibir suciedad de la calle. Otros sitios similares que reciben mucho tránsito serían la entrada del jardín o la zona cercana a la puerta de la terraza. Además, se pueden ver afectados por el tiempo, por lo tanto, es mejor poner esterillas, felpudos o alfombras que protejan el suelo. 
• Evitar zapatos de tacón y plataformas: uno de los grandes enemigos del parquet es, sin duda alguna, los zapatos de tacón y las plataformas. Estos pueden ser los responsables de muchos imperfectos del parquet, además, también hay que vigilar con las piedras que se quedan enganchadas a las suelas del zapato ya que acaban provocando arañazos en la superficie del pavimento de madera. 

Si tú también sientes pasión por la madera y quieres que este material sabio, noble, legendario y poderoso sea la base de las estancias de tu vida, ponte en contacto con nosotros. La unión perfecta del ser humano y la naturaleza gracias a los suelos de madera.